Proceso de carga de baterías en 4 etapas

Carga de baterías en 4 etapas. Compensación por temperatura

Como veíamos en la entrada anterior de este blog, los cargadores de 3 etapas presentan el inconveniente de mantener una tensión de flotación suficientemente alta como para terminar de cargar las baterías, pero que resulta demasiado elevada si se va a dejar el cargador conectado durante un largo período.

La solución llega con los cargadores de 4 etapas que finalizan el proceso de carga con una etapa de almacenamiento tras la fase de flotación. Esta etapa comienza tras un período de inactividad de unas 48 horas, y en ella la tensión se mantiene lo más baja posible, prácticamente a la tensión de circuito abierto de la batería (generalmente, unos 2.2V en cada celda, aunque depende del tipo de batería).

De esta manera, tanto la corrosión en la placa positiva como el gaseado se reducen al mínimo durante todo el período en que las baterías no se están utilizando, por ejemplo en invierno. De manera regular, una vez por semana, el cargador vuelve a la fase de absorción por un breve período para compensar la autodescarga de la batería durante este tiempo,  evitando así la sulfatación.  Este refresco de la batería la mantiene siempre en perfecto estado para su utilización.

Proceso de carga de baterías en 4 etapas
Carga de baterías en 4 etapas: carga inicial, absorción, flotación y almacenamiento

Otra ventaja de estos cargadores que incluyen esta etapa de almacenamiento es que pueden implementar una tensión de flotación mayor, lo que mejora el proceso de carga de la batería  sin el riesgo añadido de generar la oxidación de la placa positiva, ya que la fase de flotación queda limitada a unas horas, entre 8 y 24, según el cargador.

COMPENSACIÓN POR TEMPERATURA

Compensación de la tensión de carga según la temperatura de la batería
Compensación de las tensiones de absorción y flotación en función de la temperatura de la batería. Fuente: Victron Energy

La temperatura a la que se encuentra una batería juega un papel muy significativo en varios aspectos. Por un lado, la capacidad de la batería disminuye a bajas temperaturas, un factor que hay que tener muy en cuenta si se va a navegar en invierno o en latitudes con temperaturas medias muy bajas. La capacidad real de una batería de tipo AGM puede ser del 90% de la nominal a 10º de temperatura ambiente y de un 82-85% a 0º. Las capacidades nominales, así como otras características de las baterías, suelen expresarse para una temperatura de trabajo de 20 o de 25ºC.

De la misma manera, la capacidad real aumenta (por encima del 100%) a temperaturas ambiente superiores, pero no se debe considerar esta característica como una ventaja ya que la batería verá reducida su vida útil enormemente si se utiliza en estas condiciones. Muchos fabricantes indican una reducción a la mitad en la vida de las baterías por trabajar –de manera continuada- a una temperatura 10º por encima de la nominal.

Para minimizar este efecto, algunos cargadores incluyen una sonda de temperatura con la que monitorizan la temperatura de las baterías y corrigen la tensión en las distintas fases de carga. Este factor de corrección suele ser indicado por los fabricantes de las baterías como un valor negativo en miliVoltios por cada grado centígrado de diferencia de temperatura con respecto a la nominal. Por ejemplo: -3mV/ºC para baterías de una celda de 2V, o -32mV/ºC para una batería de 12V.

Compensación voltaje de carga según temperatura
Compensación de la tensión de carga de una batería en función de su temperatura. Fuente: Masterbattery